La endodoncia es un tratamiento que resulta muy recomendable en cuanto a intervenciones conservadoras. De hecho, es la mejor opción para los dientes que aún conservan las raíces y el cuello en unas condiciones buenas. Con ella se puede conservar la pieza del paciente evitando soluciones más drásticas como las prótesis o los implantes. Tras hacer la endodoncia a un diente, hay que llevar a cabo un tratamiento estético para que vuelva a ser funcional y se vea como reparado. Estos tratamientos pueden pasar por un puente, por una corona, o por una endocorona. Todo depende del caso específico del que se trate.

Endondoncia o tratamiento de conducto ¿De qué me están hablando?

Si has acudido a tu dentista y te ha recomendado una endodoncia, es probable que no sepas muy bien a qué se refiere. Aunque los profesionales deberían explicar a los pacientes de qué trata cada una de las intervenciones que hacen, no siempre es así. En Clínicas Dea damos mucho valor a tener a nuestros pacientes informados de todo. Por eso te recomendamos visitar nuestros centros si quieres saber con detalle qué te vamos a hacer y por qué es la mejor solución para ti.

¿Qué es matar el nervio?

Popularmente, se conoce el tratamiento de conducto como «matar el nervio». Probablemente la expresión en sí te de bastante miedo. Sin embargo, no hay nada que temer. Cuando el profesional dental decide hacer una endodoncia, lo que va a hacerte es una limpieza de todos los conductos de nervios que conectan el diente con las raíces. Y, ¿por qué los «mata»? Pues esa limpieza para dejarlos vacíos se produce porque el diente no es viable tal y como está. Los daños afectan a toda la estructura y, por lo tanto, se debe atajar el problema dejándolo sin ningún tipo de residuos, bacterias y tejido dañado.

Para llevar a cabo la limpieza en el interior del diente hay que localizar los conductos. Dependiendo de las piezas pueden existir entre uno y cuatro conductos. Generalmente, los dientes y premolares tienen entre uno y dos. Los molares pueden tener tres y hasta cuatro. La tarea del profesional consiste en localizarlos y limpiarlos a fondo utilizando para ello unas limas específicas. Una vez se hace el trabajo, se procede a la realización de una cura del diente endodonciado. Esa cura es temporal, ya que luego habrá que aplicar un tratamiento reparador.

La reparación posterior a la endodoncia

El profesional es quién decide cuál es el mejor tratamiento reparador a aplicar tras la endodoncia. Sin embargo, es interesante que conozcas cuáles suelen ser los más habituales. De todos modos, recuerda que no todos ellos estarán recomendados en tu caso, ya que dependerá del estado del diente y del conjunto de la boca:

  • Corona. Una corona es una especie de cobertura fija que se asemeja al diente que está dañado. Tras la endodoncia, se puede fijar con productos específicos obteniendo un resultado estéticamente óptimo y con una relación calidad-precio más que aceptable. Las coronas pueden ser de diversos materiales, como de cerámica o metal-cerámica. Dependerá de tu propia boca elegir uno u otro.
  • Endocorona. Es una solución más conservadora que la corona. Se trata de un empaste de composite hecho a medida. Una vez se realiza la endodoncia, se te tomarán las medidas del diente y se creará en laboratorio un empaste hecho para ti en exclusiva. El resultado estético es óptimo y el diente apenas sufre desgaste en su reconstrucción.
  • Puente. Es la solución más adecuada en caso de que te falten más piezas. Sin embargo, en muchos casos puede no estar recomendada porque hay que limar la estructura del diente para permitir que encaje la pieza.